Hola mi correo es para pedirle ayuda.
Tengo 45 años, de los cuales llevo casado 10 y con un hijo.
Mi problema es que últimamente ya no deseo a mi esposa. Le diré la verdad, tengo una relación con alguien más, la secretaria en mi trabajo y es ella la que me complace en todo. Al inicio no le hacía caso porque no quería destruir mi hogar, y mucho menos tener problemas en el trabajo, pero es que esa muchacha de mi trabajo es tan seductora, con sus falditas cortitas, y sus escotes y luego su forma tan cariñosa y melosa de hablarme. Siempre me hablaba en chiquito.
Hasta que un día nos quedamos solos en la oficina porque era día de cierre contable y ella se ofreció a ayudarme y pasó lo que tuvo que pasar al estar nosotros solos, ahí en la oficina.
De eso han pasado ya seis meses y no sé qué hacer. Yo quiero dejarla, pero no puedo, me seduce y vuelvo a caer; aveces invento que llegaré tarde a casa por trabajo, pero no. Yo me voy con ella y la pasamos rico, no le mentiré. No hayo que hacer porque tampoco quiero perder a mi esposa, que es la que me atiende, pero sexo con ella no quiero y ella eso lo ve raro.
2 comentarios:
Bueno amigo, la respuesta está en sus manos. Usted mismo lo ha dicho en las últimas palabras: su esposa es la que lo atiende.
¡Deje esa relación con la secretaria ya! porque no le traerá nada bueno. Eso es algo pasajero, de morbo; porque usted está pensando en lo exótica y sexy o caliente que puede ser esa mujer en el próximo encuentro sexual. Pero luego de eso no hay nada más. Me imagino que con ella no habla de problemas, de lo que le preocupa y que, en cambio, para esas situaciones, entonces sí existe su esposa.
Cuando usted ya no le sirva a esa joven o no tenga algo que ofrecerle, monetariamente o sexualmente hablando, pues usted saldrá valiendo como un calcetín sucio.
Así que amárrese bien el cinturón y deje esa relación o cámbiese de trabajo porque a la larga usted lo perderá todo: una buena mujer e incluso su hijo.
Le deseo éxitos
Hellen
Me parce acertado este comentario. Ese señor lo que busca es placer y no quiere a su señora.
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